Qué esperar antes, durante y después de un derrame cerebral

cuidado del accidente cerebrovascular de la mujer Cuando ocurre un derrame cerebral, cada minuto cuenta. Comprender la línea de tiempo de un accidente cerebrovascular puede ayudarlo a estar preparado para actuar rápidamente y emprender el viaje de recuperación.

Si bien los accidentes cerebrovasculares pueden ocurrir aparentemente de la nada, es importante comprender que existen varios factores que aumentan la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, como la presión arterial alta, la diabetes, los niveles altos de colesterol, las enfermedades cardíacas, el tabaquismo, la edad y los antecedentes familiares. Si usted o un ser querido corren un mayor riesgo, saberlo puede marcar la diferencia a la hora de recibir atención que salve su vida y sus funciones.

Llevar a un derrame cerebral

Un accidente cerebrovascular puede ser causado por dos factores principales: un bloqueo o una ruptura de una arteria que lleva sangre al cerebro. Un ictus isquémico es causado por una arteria bloqueada. A infarto hemorragico consiste en sangrar en el tejido cerebral a partir de un vaso sanguíneo roto.

En ambos tipos de accidente cerebrovascular, las células cerebrales dejan de recibir el flujo de sangre rica en oxígeno que necesitan. Privadas de oxígeno, las células nerviosas no pueden funcionar y comienzan a morir en cuestión de minutos. Cuando estas células nerviosas mueren, las partes del cuerpo que controlan se ven afectadas y pueden dejar de funcionar también.

durante un accidente cerebrovascular

Una persona que sufre un derrame cerebral pierde alrededor de 2 millones de células cerebrales por minuto durante un derrame cerebral, según la American Heart Association®. Esto es lo que causa los síntomas reveladores, que pueden incluir:

  • Pérdida del equilibrio
  • Visión borrosa o doble
  • Caída facial
  • Entumecimiento en los brazos o piernas
  • trastornos del habla

No pierdas el tiempo. Llame al 911 si nota alguno de estos síntomas.

Además: tome nota de la última vez que la persona estuvo bien, ya que esto puede ayudar a determinar las opciones de tratamiento.

En la sala de emergencias

El diagnóstico y el tratamiento de un accidente cerebrovascular deben ocurrir dentro de las 3 horas posteriores al momento del inicio de los síntomas o es probable que las consecuencias sean graves o incluso fatales. A su llegada al hospital, el equipo de ictus actuará con rapidez.

Después de un examen físico, un médico ordenará una tomografía computarizada para determinar qué está sucediendo en el cerebro. Una vez que se identifica el tipo de accidente cerebrovascular, puede comenzar el tratamiento.

Los accidentes cerebrovasculares isquémicos se tratan restaurando el flujo sanguíneo al cerebro. El tratamiento estándar proporciona activador tisular del plasminógeno (tPA), un medicamento que descompone el coágulo bloqueador y restablece el flujo sanguíneo al cerebro.

Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos generalmente se tratan quirúrgicamente para controlar el sangrado y reducir la presión en el cerebro. Esto se hace localizando la ruptura, lo que se conoce como aneurisma cerebral, y deteniendo el sangrado.

Estancia en el hospital

La estadía promedio en el hospital después de un accidente cerebrovascular grave oscila entre cinco y siete días. Un accidente cerebrovascular puede causar efectos a largo plazo que requieren atención continua y tratamiento de recuperación. Según la gravedad del accidente cerebrovascular y el área del cerebro afectada, los efectos pueden incluir:

  • Problemas de memoria
  • Dificultad para hablar
  • Debilidad y parálisis
  • La ansiedad y la depresión
  • Fatiga y dificultad para dormir.

Para tratar los síntomas del paciente, se realizan sesiones de terapia física, ocupacional, del habla y/o psicológica hasta seis veces al día durante la estadía en el hospital.

Rehabilitación en curso

La salida del hospital suele ser el comienzo de un nuevo capítulo en el tratamiento de los efectos a largo plazo del accidente cerebrovascular. Se puede recomendar la rehabilitación ambulatoria, durante tres meses o más, para restaurar la función cerca de los niveles previos al accidente cerebrovascular.

La terapia física, ocupacional, del habla y/o psicológica continúa dependiendo del paciente individual.

La rehabilitación puede proporcionar una mejora lenta de la función, por lo que es importante continuar con el tratamiento para abordar las deficiencias en curso.